miércoles, 27 de abril de 2016

MADRE DE MADERA


A veces, por acortar palabras, 
se llama ficción a quien es mentira.
Hay una madre de madera en su casa
que prende fuego el presente.
La hija señala la evidencia con el ojo.
"madre –clama- aquí no hay nada que llorar".
mientras envuelve las tripas en la maleta.

Todos los hijos crecen falsos.
"Todos" –responde la madre- y muere
en su cabeza, pero no acaba de morir,
antes activa el legado de la brutalidad.
Hay verdades peores que otras,
falacias, calumnias, belleza.
Mujeres impuras y palabras que salvan vidas.

lunes, 25 de abril de 2016

LA CASA DE ENFRENTE


Si vivieras ahora, en la casa de enfrente
mirando las ventanas de otra vida.
Volver a la luz, saber que ella está bien,
bajar a los setos, cruzar sin saludar.
Si el embrión llenara su músculo hueco,
en la finca que te vigila, en la gesta.

Construir un puente que te mude
que traslade tu cuerpo al sosiego,
sin estar lejos, sin hacer ruido.
Y seguir respirando sin ella, sin dolor.
Y mover allí también el ataúd
cubierto con la bandera de tu libertad.

Admiras el edificio vacío, resplandeciente,
como si fuera madre, al fondo las torres 
y la montaña y el amor.
Hay un camino entre una y la otra,
un largo sendero de células muertas.
Si fuera aquella la casa y tú su luz.

miércoles, 13 de abril de 2016

LA CERRADURA


Quieres respuestas antes de la pregunta,
mira en el ojo,
el abismo llega primero.
Algo no funciona correctamente,
se esconde la persona que lo lleva.
Mira por el ojo,
la llave desconoce la cerradura.
Intenta abrir la puerta de mi espalda
y proteger así los bienes,
aquello que no puede estar contenido.

domingo, 3 de abril de 2016

ALGO EXTRAÑO SUCEDE

Soy tan joven
y ya no puedo dormir.
Algo extraño sucede en la estancia,
crece con fuerza. Empujan minotauros
y otros seres que inspiran temor.
Presiono con los dedos, recuerdo cosas,
hundo las uñas en el vientre.

El gigante coloca las ballestas
ajeno al orden del universo.
Me aguanto, soy joven
para arrojar con violencia por la boca
lo contenido en la vigilia.
Me despisto, y ocurre en el engaño,
la muerte brusca de la primavera.